Examine Este Informe sobre La palabra de Dios en momentos críticos



– Inquirir la ayuda y el apoyo de nuestra comunidad de Seguridad para encontrar consuelo y esperanza en momentos de sufrimiento.

En finalidad, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.

Continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento es una tarea difícil, pero valiosa. Somos llamados a seguir Delante en nuestra misión de compartir el mensaje de la salvación con todos aquellos que están buscando esperanza y redención, y debemos hacerlo con Convicción firme, confianza en Dios y apoyo mutuo entre los creyentes.

El sufrimiento es ineludible en la vida de todo hombre. Acaba apareciendo en una u otra de sus innumerables formas, amenazando las ansias de una vida atinado. La pregunta por su sentido se hace con frecuencia dramática: ¿por qué este dolor, esta injusticia, esta crueldad, esta muerte…?

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Esto significa que debemos ser firmes en nuestra fe y no renunciar a ella frente a el rechazo de las personas.

Esto puede tolerar a sentimientos de abandono, confusión y dolor. Sin embargo, debemos memorar que nuestra primera franqueza es a Dios y su mensaje de apego e inclusión para todos.

Nuestras vidas son demasiado complejas para ese tipo de falta y venganza, porque si perfectamente los pecadores sufren a menudo por las consecuencias de sus vidas inmorales y corruptas, el sufrimiento igualmente proviene de muchas otras fuentes como: el descuido, los accidentes, los actos intencionales de los demás y los desastres naturales.

Nosotros somos extranjeros y peregrinos delante de ti, como lo fueron nuestros padres: nuestros días sobre la tierra pasan como una sombra, sin esperanza.

El libro se establece como una prueba de la recriminación de Noemí contra Dios: «en ínclito amargura me ha puesto el Todopoderoso». No obstante, para el final del libro Dios ha read more derramado misericordia sobre Noemí, su acusadora, y vemos

A veces nos cuesta entregarse en manos en otras personas. Las decepciones de la vida pueden llevarnos a proteger el corazón de forma excesiva.

El sufrimiento es una prueba. Una prueba, a veces, sobrado dura a la que es sometido el hombre. San Pablo, en sus cartas, nos acento con frecuencia de aquella paradoja evangélica de la amor y de la fuerza; implementada de modo particular por el apóstol mismo y que unido con él, prueban todos aquellos que participan en los sufrimientos de Cristo.

La esperanza del retorno del Hijo del hombre nos inspira a continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento y la traición, con Convicción firme y confianza en Dios.

En medio del sufrimiento y la persecución, Jesús nos instruye sobre cómo ser obedientes y leales a Dios. Él nos recuerda que debemos temer al Señor que tiene el poder sobre nuestra alma y nuestro cuerpo, en zona de temer a los seres humanos que pueden matar solo nuestro cuerpo.

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